España es uno de los países europeos que presenta la mayor tasa de implantes dentales por paciente. Así, según un estudio realizado por el Instituto de Investigación Key-Stone, a una muestra de más de 2.300 familias españolas, confirma que el 19% de los ciudadanos entre 25 y 79 años ya tienen colocados implantes en su boca. Ésta es una tasa muy alta con respecto a la de otros países europeos.
La colocación de implantes es una práctica cada vez más extendida y popular entre la población. De hecho, un 12% de los entrevistados tiene intención de colocarse implantes en los próximos años, debido a la ausencia de piezas dentales.
Si nos centramos en los perfiles, vemos que este tipo de perfiles coinciden con el de personas que se encuentran entre los 40 y los 59 años y que no acuden al dentista, ni siquiera para hacerse una revisión, desde antes de 2014. El motivo por el que declaran no acudir con más frecuencia a la clínica tiene que ver con cuestiones económicas en un 34% de los casos.
El estudio también revela que aunque normalmente los pacientes no conocen marcas y características de los materiales utilizados por los dentistas, la calidad de los materiales siempre representa un pilar fundamental dentro del imaginario colectivo e incide en la percepción de la calidad total de un servicio.
El estudio demuestra cómo el 48% de los entrevistados otorga mucha importancia a la marca de implantes, un porcentaje que se reduce al 28% en caso de evaluar la importancia de las marcas del resto de productos que, por lo general, usan los dentistas.
Esta importancia concedida a la marca de implantes se relaciona mucho con un perfil de paciente que acude con frecuencia al dentista y que invierte más que el resto en sus tratamientos dentales. De hecho, la marca de implantes es más importante para quienes acudieron al dentista en los últimos seis meses, para los que acuden al centro de un seguro dental o clínica particular, y para los que invirtieron más de 1.000 euros en sus tratamientos.
