
Los dientes provisionales son aquellos que se utilizan en diversos tratamientos odontológicos hasta colocar los definitivos. Se pueden utilizar en una endodoncia, un simple tratamiento de estética o la colocación de unos implantes.
Estos dientes nos permiten masticar satisfactoriamente, protegen los tejidos duros y blandos y tienen unas muy buenas cualidades estéticas. Además, proporcionan protección, estabilidad de la posición dentaria y también ayudan a dar una idea al paciente de cuál va a ser el resultado final del tratamiento realizado.
Este tipo de dientes tienen una serie de requisitos, como son:
- No deben generar problemas en la forma de hablar.
- Deben conservar la salud de las encías.
- Tienen que tener una correcta oclusión, excepto en el caso de los implantes, que no deben aportar fuerzas o cargas durante la osteointegración del mismo.
- La estética tiene que ser aceptable.
- Deben de proteger las piezas dentales contra agresiones externas que puedan sufrir.
- Los materiales de confección deben ser biocompatibles con encía y tejidos orales.
Es importante que llevemos a cabo las siguientes precauciones:
- Evitar una masticación demasiado agresiva.
- Desaconsejable el uso de chicles, caramelos o alimentos demasiado pegajosos o duros.
- Mantener una correcta higiene, incluyendo el uso de la seda dental, cepillos interproximales o unidades de irrigación por agua.
- Si notáramos una pérdida de sujeción, que se descementase o cayese la pieza provisional de la boca, es imprescindible acudir al odontólogo lo antes posible.