Las prótesis fijas ofrecen muchas más ventajas que las removibles, en áreas tan importantes como función, estética y bienestar. No solo están indicadas en ausencia dentarias, sino también cuando hay pérdida de tejido dentario significativa, ya sea por trauma, descalcificación o defecto de formación.
El especialista que se encarga de la realización de este tratamiento, es quien está en plena capacidad de realizar un correcto diagnóstico y asesorar al paciente de qué tratamiento es el más correcto y qué material se va a utilizar.
Entre los factores que se tendrán en cuenta, están las condiciones sistémicas del paciente, higiene oral, estética y el estado de salud de los tejidos que rodean a las piezas que se van a reponer. Siempre se va a priorizar la salud ante la estética, sin embargo, hoy día hay muchos avances tecnológicos que permiten lucir la mejor de las sonrisas.
La zirconia es un gran paso que se ha dado en el área estética-dental. No contiene metal, lo que le da el beneficio de no producir alergia al paciente. Es altamente biocompatible con los tejidos orales, conduce lentamente los cambios bruscos de temperatura, protegiendo así la pulpa dental. Su gran dureza y densidad, garantizan y disminuyen las posibilidades de las fracturas y desgastes de la corona y, además, tiene capacidad de reflejar múltiples tonalidades que se asemejan cada vez más al diente natural.